

SOBERBIA
Le pedí un sublime canto que endulzara
mi rudo, monótono y áspero vivir.
El me dio una alondra de rima encantada...
¡Yo quería mil!
Le pedí un ejemplo del ritmo seguro
con que yo pudiera gobernar mi afán.
Me dio un arroyuelo, murmullo nocturno...
¡Yo quería un mar!
Le pedí una hoguera de ardor nunca extinto,
para que a mis sueños prestase calor.
Me dio una luciérnaga de menguado brillo...
¡Yo quería un sol!
Qué vana es la vida, qué inútil mi impulso,
y el verdor edénico, y el azul Abril...
¡Oh sórdido guía del viaje nocturno!¡Yo quiero morir!
-Porfirio Barba-Jacob.
AÚN
Mil veces me engañó; más de mil veces
abrió en mi corazón sangrienta herida;
de los celos la copa desabrida
me hizo beber hasta agotar las heces.
Fue en mi vida, con todas sus dobleces,
la causa de mi angustia -no extinguida-
aunque, ¡pobre de mí! toda la vida
su mentiroso amor... pagué con creces.
Los tiempos han pasado; ya su boca
no me da sus caricias, ni me abrasa
el fuego de sus ósculos de loca;
¡y sin embargo mi pasión persiste...
pues, cuando a veces por mi senda pasa,
me alejo mudo... y cabizbajo... y triste!
-Julio Flórez.
BESO
Nube con nube fulminante choca:
¡esa es la tempestad!
Estréllanse una boca y otra boca:
¡esa es la muerte
o es la felicidad!
¡Dame un beso, alma mía! De esa suerte
yo ansío en tus brazos desposar la muerte
con la felicidad.
- Rafael Pombo.
ESCUCHA ALGUNOS POEMAS A VOZ VIVA...
Rafael Pombo - La hora de las tinieblas.
Raúl Gómez Jattin - Casi obsceno.
Porfirio Barba Jacob - Canción de la vida profunda.
Julio Flórez - Cuando lejos, muy lejos.
CONJURO
Los habitantes de mi aldea
dicen que soy un hombre
despreciable y peligroso.
Y no andan muy equivocados
Despreciable y Peligroso.
Eso ha hecho de mí la poesía y el amor.
Señores habitantes:
Tranquilos,
que sólo a mí
suelo hacer daño.
- Raúl Gómez Jattin.
POEMAS COLOMBIANOS
